YO MUERTO (4ª parte)

Día cuarto.

Para cuando salimos de la chichería ya las bicicletas cargaban a sus trabajadores hacia las faenas y Molina me dijo que fuéramos hacia su casa que quedaba no muy lejos del lugar. Ofreció una ducha caliente y algo para el desayuno, así que no me hice de rogar y partimos apoyados por el viento norte que nos empujaba, como queriendo asegurarnos antes de la lluvia. El invierno todavía guarda la manera de hacernos retroceder. Como decía un conocido de la cárcel, si la lluvia tuviera ganas, no quedaría ningún personaje cuerdo en esta tierra. Dicho esto, no dejó de llover durante cuatro días. El invierno desde una cárcel es de una tristeza dolorosa.

Por el camino, vino a mi cabeza lo que Molina había mencionado la noche anterior, sobre un trabajo con el suicidio y le pregunte que era eso. Sin más, Molina me respondió que se trataba de un lugar donde cualquier persona que quisiera matarse encontraría las condiciones para hacerlo, previo pago por el servicio. El nombre de su trabajo era “suicidatorio”. La verdad, la idea me pareció aparte de loca, macabra. Seguramente debo haber puesto alguna cara extraña pues Molina se apresuro en aclara que era solo una instalación con fines artísticos, que era una forma de cuestionar la comercialización de las cosas o algo así, y comenzó con una larga perorata sobre lo que significaba tener que pagar por todo y sobre la capacidad de poder decidir sobre tu vida y tu muerte. Me quedaron profundamente marcadas las palabras de Molina cuando decía que su obra sería perfecta si alguien realmente pagara para poder matarse y lo hiciera en su “suicidatorio”. Hablaba de una obra que realmente marcaría una manera de ver las cosas, de hacer arte, y un montón de otras cosas que no recuerdo. Por mi parte, me limité a escuchar todo lo que Molina era capaz de imaginar y decir, sin comprender en absoluto como era posible que hubiera una persona que llegara a pensar en hacer un lugar como ese. La idea volvía a mi cabeza como una gran tontería llena de morbo. Bueno la verdad es que sigo pensando que existe mucho morbo en ello, pero la idea de que alguien quisiera matarse, claramente ya no me parece una tontería. Es extraño como en tan poco tiempo, he llegado a concebir en mi mente la idea de matarme y no hacer ninguna alharaca por eso. Pero no pienso adelantarles el verdadero motivo de mi decisión. Después de desayunar me recosté en un sofá viejo de la casa de Molina, y dormí hasta pasado el medio día.

Aquel día pasé la tarde entera como sumergido en un extraño mundo de divagaciones. Mi mente se preguntaba de manera casi dolorosa cual era la necesidad de recuperar mis relojes, tener que enfrentar a mi ex mujer, tener que ponerme justo delante de una vida que quise pero que me dolía ahora. Les cuento esto, para que entiendan lo complicado que me resultaba ponerme de pie, y tener que llegar, tener que hacerlo, hasta la casa de mi antigua esposa. Y no es que la mujer fuera un demonio rodeado de las llamas del infierno, pero el solo hecho de recordarme los últimos días antes de caer en la cárcel, bastaba para que su figura en mi cabeza se incrustara como una punzante y durísima cáscara de rencor, rabia, pena, y un montón de otras cosas que seguro se imaginan. En pocas palabras, si mis relojes no estaban en su casa, no estaba seguro de cómo iba a reaccionar. Ya la quería matar. Ahora que lo pienso, un tango podría sonar perfectamente como músicas de fondo y a nadie le extrañaría que borracho quemara su casa con ella dentro.

Llegada la noche me decidí a partir y Molina se ofreció para acompañarme. Llegamos a eso de las diez de la noche. La casa era la misma, la reja era la misma, el jardín era el mismo. Un poco apagado por la estación pero el mismo. Todo estaba tal y cual había quedado antes de la última vez que había estado ahí. Solo una cosa llamo mi atención y era un paraguas negro apoyado a un costado de la puerta de entrada. Temí por un momento encontrarme con algún nuevo dueño de casa sentado cómodamente en el sillón leyendo algún número de alguna revista para dueños de casa. Aun así, no podía echar pie atrás, así que sin mas demora apreté el timbre y espere con la espalda mojada por el sudor helado. Y no fue necesario esperar demasiado, la puerta se abrió y tras ella apareció vestida con un horrible piyama de paño gastado mi ex esposa con unas ojeras enormes y profundas.

Para explicarles los que viene a continuación, se los graficaré de la siguiente forma. Imaginen un reloj, viejo pero funcionando. En un momento muy desafortunado y en las manos equivocadas, este reloj es puesto a funcionar en condiciones que no ayudan en nada a mantenerlo andando. Tras un tiempo el reloj comienza a retrasarse y unos días después se detiene por completo. El dueño intenta darle cuerda, pero no resulta el intento por echarlo a caminar. Por lo visto al reloj no le queda otro destino que algún cajón polvoriento o el tarro de la basura. En resumidas cuentas el abandono total. Así que cuando mi ex esposa decidió abrir la puerta de su casa y me miro con cara de no sorprenderse, comprendí y decidí, que esa no era la manera de hacer andar el reloj.

La calle parecía un buen lugar para andar a esa hora y Molina solo reía entusiasmado.

(continua...)
cuento publicado de manera -casi- semanal

ESTABILIDAD

YO MUERTO (3ª parte)

Día tercero.

Ya iban dos horas que llevaba deambulando por las calles del centro de Talcahuano y todavía no podía aclarar en mi cabeza que es lo que iba a ser de mí durante el resto de mis días, así que deje ese asunto de lado por un momento y me dispuse a encontrar algo que comer. No había comido nada desde la mañana anterior y mi estomago me pedía con angustia que le enviara algo urgentemente. El almuerzo corrió por parte de otro viejo conocido a quien no veía desde hace ya casi ocho años, el cual se alegro mucho de verme y me ofreció además alojarme en su casa junto con su familia, frente a lo que me negué aduciendo la incomodidad que provocaría mi presencia allí, pero la verdad es que prefería por el momento la soledad que me otorgaba la piecita del patio de mi colega. Mas no pude negarme al ofrecimiento de comida y ropa que me daba mi amigo. Este muy amablemente me procuró una muda completa de ropa y la promesa de un plato de comida caliente siempre cuando lo necesitara.

Después de satisfacer plenamente mi apetito, me surgió la idea de hacer una visita a mi antiguo trabajo con el fin de recuperar los relojes que había dejado guardados en los cajones de mi escritorio, lo que me permitiría vender al menos uno de ellos y hacerme de algún dinero para movilizarme mientras tanto. Mi antigua oficina se encuentra frente al parque en Concepción, hasta donde llegue tras conseguirme unas monedas con mi amigo para el pasaje.

Mi sorpresa fue grande cuando entré a ese lugar y encontré a mi colega que me había dado alojamiento, y que al verme no pudo disimular una mueca de nerviosismo que intentó cubrir con una broma respecto de la ropa que me quedaba un tanto ajustada. Confieso que el verlo ahí con su actitud nerviosa y torpe frente a mi, me hizo pensar en lo raro de la situación pero no le di mayor importancia, por ser esta una oficina de contabilidad y mi colega un antiguo conocido del rubro, así que sin más, le pregunte a la secretaria de la oficina si era posible que me pasaran las cosas que había dejado olvidadas allí, pero resultó que todas mis cosas las había sacado mi ex mujer y se las había llevado con ella, quien sabe donde, y lo más terrible de todo es que incluso se había llevado los relojes que tanto quería y apreciaba y no dudaba que de seguro se habría desecho de ellos, vendiéndolos a algún coleccionista de segunda que no sabría apreciar el verdadero valor de esas maravillas. No estoy seguro que es lo que más me molestaba de la situación, si tener que ir a la casa de mi esposa o saber que tal vez jamás volvería a ver esos relojes, por lo que decidí pasarme al Martínez a tomar algunas copitas de tinto, mientras me resolvía a partir hacia su casa. En el camino, por el centro de Concepción, no pude quitarme de la cabeza la imagen de mi ex mujer entregando mis relojes con la satisfacción de haberse desecho de lo último que le quedaba de mí. La idea me ponía los pelos de punta, si al fin y al cabo esos relojes eran lo que me había permitido mantener la concentración en mi vida y mi trabajo.

Al llegar al lugar me acomode en una de las mesas del interior y me dispuse a beber una cañita del vino de la casa, mientras ocupaba mi mirada en un grupo de jóvenes, al parecer estudiantes, ubicados un par de mesas mas al fondo. En esto me encontraba cuando llego a mi mesa un antiguo colega de una vieja oficina de contabilidad del puerto, acompañado de un personaje que llamo de inmediato mi atención. Decía llamarse Facundo Molina y no creo que haya pasado los treinta años. Cuando les digo que el decía llamarse, me refiero a que en realidad me dio la impresión de que ese no era su verdadero nombre, porque algo extraño le sucedió cuando le pregunte por su nombre, y sobre todo porque Facundo Molina era el nombre de mi ex suegro y la coincidencia me parecía demasiada. Pensé que aquel nombre era un nombre que no podía tener alguien de su edad, a menos que el mismo lo hubiese elegido. Así que como ven, todavía no creo que ese haya sido su nombre real, y por lo demás, no me interesó conocer su verdadera identidad, pero si les confieso que el hecho de encontrarme bebiendo con el nombre de mi ex suegro, me pareció a lo menos curioso, pues fue este, el verdadero Facundo Molina, quien provoco el rompimiento de mi matrimonio, incitando el quiebre a través de palabrerías y malas intenciones. Una gran risa me llenó la boca al pensar en esa extraña coincidencia y todavía me da vueltas en la cabeza que aquel hombre que se encontraba sentado frente a mí, esa noche en el Martínez y que llevaba el mismo nombre de mi suegro, habría de desatar en mi espíritu, la enorme voluntad de liberarme de todo el peso de años de tensiones. Pero vamos de a poco.

Estuvimos hasta muy tarde sentados bebiéndonos muchas botellas, mientras yo les contaba de mi paso por la cárcel y lo que me esperaba de ahora en adelante. Por su parte, mi colega solo se limitó a escuchar cada vez más borracho y con cada vez menos atención mis historias mientras Molina nos revelaba su interés por el mundo de las artes y esas cosas. Decía que su intención era ser reconocido a través del tiempo por su trabajo y nos confesó que en ese momento se encontraba trabajando en una obra que tocaba el tema del suicidio. Nos comento que lo más importante de ser un artista, recuerdo que recalcó esa frase con mucha preocupación, era la posibilidad de jugar con la vida de las personas y manejar de las formas más extrañas e inimaginables las consideraciones respecto a tal o cual cosa. Aquello me parece, le causo algo de indignación a mi colega, quien refuto que jamás nunca había entrado a una exposición de pintura ni nada parecido y que no creía que eso fuera algo de mucha importancia. De eso me reí muchísimo y Molina agradeció entre risas también la sinceridad del hombre. En eso estuvimos los tres muchas horas, hasta que nos pidieron que dejáramos el lugar, por lo que decidimos, ya muy borrachos, hacernos de algún otro sitio para seguir bebiendo. Cuando salimos a la calle el frío tensó mis músculos y mi colega se despidió de nosotros arguyendo que debía llegar a su casa, pues su esposa que no lo dejaba y que al otro día unos tramites, por lo que acordamos con Molina dirigirnos a una antigua chichería del otro lado de Manuel Rodríguez. Todavía faltaba noche y a mi no me quedaba un solo peso en los bolsillos, pero mi compañero me insistió que eso no era problema, que algo tenía él para nuestras bebidas. El resto de la noche fue solo un mar de humo, tinto y silencio.

(continua...)
cuento publicado de manera semanal

YO MUERTO (2ª parte)

Día segundo.

Recuerdo que la mañana estaba todavía cubierta de bruma cuando por la ventana de la micro, desaparecía la silueta del Manzano y yo me había decidido hacerle una visita a un viejo conocido del puerto, para ver si era posible pasar unos días en su casa.

Una cosa llamo mi atención en aquel viaje hacia el puerto de Talcahuano, y fue el remodelamiento de la vieja estación de trenes de Concepción, ahora cubierta por unos vidrios espejos y lo peor de todo, la torre con el reloj en la cima, que para mi horror ya no era un reloj, sino que estaba en su lugar una especie de pantallita que anunciaba la hora y la temperatura con números de calculadora. Creo que al ver aquel atentado, la alegría que llevaba en el espíritu tras mi salida de la cárcel, se desvaneció por completo. Como ya les dije, todo lo que me quedaba de valor eran unos viejos relojes que habían sido mi pasatiempo. Coleccionarlos y tratar de repararlos eran para mi, todo una declaración de principios, y siempre que pasaba frente a la estación de trenes y veía aquel viejo reloj parado, solo deseaba poder hacerlo andar, pero aquella mañana, de paso frente a ese reloj-calculadora, confieso que una especie de angustia me tomo por el estomago.

Al llegar, un antiguo conocido me dio acaso la única de las bienvenidas que tendría por esos días. Un horrible olor, mezcla de mierda y pescado, me abrazo tan fuerte que no pude controlar la emoción por encontrarme una vez más frente a tal encanto, así que emprendí una entusiasta marcha hacia la casa de mi colega, esperando recibir igual abrazo de recibimiento y refugiarme de las lluvias anunciadas por aquel olor y las nubes oscuras que tapaban la bahía. Así que como ya dije, me encamine dispuesto a jugármela por un techo, después de todo, había pasado los últimos cinco años peleando por un lugar para poder echar mis huesos por la noche, así que ponerle caras a un antiguo conocido no representaba en lo absoluto un daño a mi orgullo. Además siempre me había caracterizado por mi buen humor en el trabajo, por lo que no dudaba que iba a ser bien recibido en la casa de mi colega. Por lo demás, podía entretenerlo durante horas con todo lo que había visto durante mi estadía en el Manzano, entre los que se encontraba, se los cuento por lo tremendo de la historia, el caso de un viejo reo que ya tenía más de diez años de presidio, por haber reventado a tres carabineros con una especie de bomba casera. El punto es que aquel viejito solía sentarse todas las mañanas en lo que parecía una caja de lustrar zapatos a mirar un pequeño libro que siempre traía consigo, y cuando digo todas las mañana, me refiero a todas las mañana sin excepción alguna. Así pasaba por lo menos dos horas enteras de cada mañana mirando abstraído el libro sin que nada pudiera distraerlo de su rutina, inclusive una vez que a su lado se formo una feroz pelea entre dos carretas como se dice, entre dos celdas distintas. Volaban los palos y los estoques y nada de eso parecía afectar al viejo que seguía con su libro. Un día un gendarme famoso por su personalidad explosiva, se apareció frente al viejo cuando este se encontraba sumido en su extraño mundo, por lo que ni siquiera se inmuto cuando el gendarme le pregunto que era lo que leía. Molesto el gendarme volvió a preguntar y el viejo otra vez no volvió a responder, por lo que el gendarme visiblemente furioso desenfundó su luma y le preguntó otra vez al viejo que era lo que leía y por que no le respondía. Como deben de imaginarse, el viejo no respondió a la furia del gendarme y este rojo de ira, al ver su incapacidad de sacarle una palabra al viejo, dejo caer su luma sobre la blanca cabeza de este para fracturarla en una mortal herida que derribo al viejo de lado sobre su propia sangre. Luego de esto, mandó llevarse el cuerpo y siguió su camino hacia el otro lado del patio. Es extraño, pero distinto a lo que pudieran creer, nadie quiso levantar el libro que había quedado olvidado, nos miramos todos los que presenciamos la escena y solo recuerdo una sensación de miedo y vergüenza. El libro quedo ahí botado y de apoco se fue deshaciendo con la humedad y el paso de los días y ni siquiera algún otro reo fue capas de recogerlo de su olvido. Al parecer, corrió la voz por las calles del Manzano de la brutalidad del gendarme con el viejo y nadie quiso hacerse cargo de lo que podía resolver todas las dudas sobre su extraño comportamiento y su terca desobediencia al gendarme.

Pero volviendo a la historia original, llegué donde mi colega cuando ya se anunciaba la hora de almuerzo y al contrario de lo que pensaba, el recibimiento no fue muy caluroso. De hecho mi colega se mostraba un tanto incomodo con mi presencia, pero la verdad es que no me importaba mucho, solo quería que me alojara unos días mientras lograba aclarar lo que haría con mi futuro, así que le propuse la idea y ante mi insistencia y después de recalcar mi condición de ex preso y de mi falta de recursos, acepto pasarme una piecita que se encontraba en el fondo del patio, sin más adornos que un estropeado catre de bronce y una caja de cartón a manera de velador, pero que les confieso, me ofrecía una verdadera oportunidad de privacidad. Se despidió argumentando un compromiso urgente y se marcho mientras me tiraba cuan largo era en aquel catre cansado igual que yo. En ese momento sentía que mis huesos se fundían con el bronce de su estructura y que mis músculos solo podían sentir el cansancio acumulado durante treinta y cinco años de prisión. Ese día dormí toda la tarde y toda la noche, y creo que ni siquiera un sueño apareció en mi cabeza que me pudiera distraer de mi trance.

(continua...)
cuento publicado de manera semanal

YO MUERTO (1ª parte)

Esta historia dura siete días, al cabo de los cuales, lo único que les quedara será la sensación de haber perdido todo atisbo de tranquilidad en sus espíritus. Por mi parte, no me queda otro camino que referirles la historia de mis últimos siete días de vida, tal y como una condena. Aunque la verdad es que esto parece más una condena para ustedes que para mí. Me voy a matar en cuanto termine de escribir esto.

Día primero.

Me encuentro sentado sobre una un tarro de pintura vacío pensando en lo que me espera al otro día, al final de los cinco años de cárcel que me dieron esos fiscales por matar al tipo de la farmacia. La verdad es que no me encontraba tranquilo pensando en todo lo que me esperaba una vez que saliera de ese lugar, sobre todo viendo la difícil situación en que me ponía el ser ya un viejo que solo sabia sumar y restar largas listas de facturas y cuentas. Se me había olvidado contarles que ya estoy sobre los cincuenta y dos, y que solo había trabajado de contador desde que salí del liceo comercial en Talcahuano, así que supongo comprenderán mi estado de preocupación en que me encontraba cuando estaba sobre ese tarro-banca en mi jaula. De algo tenía que vivir, y parecía imposible que alguna oficina me contratara de empleado con mi historial, y ni pensar en poner mi propia oficina de contabilidad. Los recursos con los que contaba no eran más que un par de relojes antiguos que había coleccionado durante los años que me pase tras mi escritorio, y justo antes de caer a la cárcel, me encontraba tapado en deudas que ya no podía pagar. No quiero aburrirlos con esto, pero aquí es donde mi historia se separa de cualquier otra historia conocida. Lo de las deudas y del robo a la farmacia y lo del empleado resistiendo y lo del balazo en el estomago no parece nada nuevo. Cuando estuve preso escuché muchos cuentos parecidos, y no dudo que en todas las cárceles del mundo deben haber otros miles igual, así que solo eso diré del asunto, pero sobre lo que pensaba ese día les contaré que veía un negro futuro. Jamás me habría imaginado hacia donde llegaría. La libertad parece en este caso cualquier cosa menos eso, y es claro que para llegar a ser lo que soy en este momento, debería haberme dado cuenta de eso. Siento que justo el día final, comencé a pensar en lo preso que estaba.

Horas más tarde, recostado sobre lo que parecía mi colchón, no pude evitar llegar hasta la casa de mi esposa, y me di cuanta que apenas pusiera un pie dentro del jardín de su casa, me vería en la obligación de sacarlo de ahí. Nunca dude que el día que supiera de la detención dejaría de hablarme, y no me equivoque sobre ello. Ya serían más de diez años separados y las conversaciones que teníamos solo se sostenían por las cuentas que crecían cada mes, así que después de todo, la posibilidad de llegar y recibir un gran abrazo de bienvenida estaban de cuajo cortadas. Mi ex mujer siempre creyó que el peor negocio de su vida había sido firmar el contrato conyugal conmigo, y no dudaba en recordármelo cada ves que podía, así que no le daría el gusto de refregarme su frustración en la cara, y menos después de haber pasado los últimos cinco años de mi vida encerrado dentro de una especie de basurero hediondo hecho para agujerear cualquier intento de resistencia moral y los treinta anteriores detrás de un mesón lleno de facturas. Creo ahora, que la noche aquella, en lo más profundo de mi persona, comenzaba a dibujarse lo que sería la completa venganza sobre mis culpas. Creo ahora, que jamás en mi vida, había deseado tanto matar a alguien como esa noche, pero de aquello no estaría seguro hasta encontrármela un par de días mas tarde.

(continua...)
cuento publicado de manera semanal

he escrito trescientas veces la palabra
me he desangrado trescientas veces por el poema

¿y es que debo tener actitud de buen amigo
hacia ti lector?
o más aún
¿debiera dejar de lado mis pasiones?

si tu no lees trescientas veces la palabra
ni sangras trescientas veces el poema

porque las caras se hartan y la risa se acaba
todavia tengo la rabia de esperar

eres solo una cifra...
que más que eso

desde el pasado...




talcahuANO



de caca y huano es mi ciudad
es Talcahuano todo un mierdal...
Ecosidio
I


machaspiurepascapancoraaa...!!!
de mierda caraepescao
podrido y putrefacto como CONCHESUMADRE
hey chorero orgulloso del manso choro
de mierda des-comunal
ANO
-unodeloslugaresmascontaminadosdelmundo
gran recto con un mar de mierda
mar de mierda mar de mierda mar de mierda
ni fétido ni maloliente
H-E-D-I-O-N-D-O
¡ni-se-teo-cu-rra!
Talcahuano nooooo......!!!!!!
donde la huachifábrica de humo tras el cerro
lanza su monumental huachicolumna que exportamos quizá donde
-¿quizá donde?
a tus huachipulmones
GRANDE HUACHI!!!
y el petróleo
-que atrox
total el lobo-alcalde de mar mugroso él
baboso incompetente de tanto hacer chistes por comida
pone el biyuyo pa la cancha y los profes
escuelita y fabrica y pesquera juntas del mismo hedor
de mierda el olor como todo
así es la huachivida me dijo
el buqué pulento de la San José

caraepescao cocinao
date la vuelta pa otro lao



II


milicos culiaos...

parece el gigante mojón explosivo
oh Quiriquina
del comandantecapitánbrigadiergeneral
señor si señor!!!
lomismo que exuberante colonia
de pingüinos cabeza de aspirina
seis de la mañana
BAÑO MARRRR!!!!!
brrrrrr............
fósil quiriquinesco contrario del régimen
paleontólogodirectorcagónenjefe
celacanto homicida y corrupto ladrón
la utilizaste para dar de comer a las jaivas antropófagas mutantes
exquisitos trozos de carne a la parrilla
y no puedo porque no se puede
NO
SE
PUEDE
alcatraz chilenísima
mear Talcahuano desde tu borde
consíguete la mansa autorización
­-ni cagando
quizá la más aislada de las islas
permiso
a la Quiriquina
NO!!!

milicos culiaos...


III


-la pescá fresquita casera
se la vendo baratita
¡¿...?!

que pasa choroflaitepulento
cuentero
cocodrilo lumpen hediondo a pescao
del puerto-pantano
aparecen en lóbregas callejuelas
arterias son de este espantoso ano in-mundo
infesto de pidulle parasitario que arde y pica y pica
molesta orgulloso
todo trasero del chorero hinchado
punza punza punza
y arde y pica y molesta sobre todo en el fofo culo
del inútil administrador inútil del ave
pelícANOmunicipal
que no puede limpiarse ni el poto
atrofiado de hacer nada
N-A-D-A
impotente lobo de mar
consuetudinario
en el mar de mierda
la ofreciste baratita
petroxinchalamsanjoséportushuachipato
industrias feudales dueñas y patronas de la existencia
escuela Huachipato D-506
fundan poblaciones lomismo que panal para sus obreras
y la Flota Verchae igual que tentáculo arrasador
que hala una ciudad entera
promesa de tres turnos en dividendos
Talcahuano
en
tres
turnos
des-hecho
y no existe llanto ni gemidos
solo parto de la pestilencia
en el primer bus que advierto entusiasmado
AULLO BRAMO CHILLO

y grito...


IV


LAS BAHIAS
y cortita pal terminal
...pal terminal





la historia de las cosas

del poder y la posibilidad

Cabe preguntarse, y a propósito del poder, que quiere decir que no podamos. Como esa respuesta sincera que viene de las bocas de muchos o muchas ante un emplazamiento directo a luchar. No es necesario entrar en detalles sobre la lucha misma, sino más bien destacar la cuestión de una respuesta fuerte y también sincera a semejante imposibilidad, siendo esta respuesta la manera misma de plantear una posible lucha. La imposibilidad de lucha es por consecuencia un producto de la posibilidad de otro de imposibilitarnos. Simple. En la poesía aparecen los temores y una respuesta como la anterior nos estremece por lo potente del argumento, por lo incrustado que se encuentra en las almas – en el sentido más extremo de esta palabra – la imposibilidad. Asombra que sea un argumento en sí el decir simplemente que no se puede.

La imposibilidad es lo no posible, el “no poder”. De nuevo, por consecuencia un producto del “si poder”, o sea el poder desde abajo. En resumidas cuentas, un ser que si puede y que anula la capacidad del otro de poder, perpetuando su propia capacidad de dominio, traspasando en este otro su posibilidad, “su poder”, convirtiendo a este ser imposibilitado en un mecanismo de transmisión. Todo un caso. Si cuando nuestra tía no quiere es porque alguien la convenció que no podía. Por eso la potencia de una respuesta de imposibilidad, porque en verdad es tan solo la palabra de otro que sí puede que habla por las bocas que dicen no poder. Se está así dentro del poder. Todo un círculo. Transmitir y transmitir. ¿Cómo enfrentamos o respondemos a esa capacidad de generar incapacidad? La duda parece ya por lo menos un esbozo de la respuesta, lo siguiente seria planificar todo un asalto al fuerte defendido por la lógica de los discursos. No olvidar que estos son quienes nos construyen. Como enviar tus poemas a un concurso de poesía. Todo un ejemplo de dominación discursiva. Y si queremos asaltar la lógica debería partirse tal ves de lo ilógico. Dicho de otra forma, de donde no se requiera poner en aprieto al otro en su falta de lo que sea para solventar nuestra propia capacidad. Seguramente no faltará quien profese lo peligroso del asunto, nos enfrentamos a la más grande de todas las dudas. Hecha para eso. Una respuesta seria implica una voluntad, porque las balas no son sólo de plomo y para que vamos ha andar con rodeos. Si estamos dentro del poder, lo soportamos. Nos convertimos automáticamente en una gran columna que soporta el peso enorme de un discurso sobre otro y sobre otro. La vida debería ser más que solo aguantar. Una clave podría ser el pensar sin poder, a diferencia de la imposibilidad. Es que pareciera que entre “no poder” y “sin poder” existe un universo de diferencias o pretensiones. Gran detalle. Por lo menos “sin poder” ni siquiera pueden hacernos sentir imposibilidad. No estamos donde quieren que estemos. No importa, por estar el “sin poder” fuera del círculo. De ahí a construir una respuesta, un mundo de voluntad y defensa.

quién dijo que dios no existe...



(sacada de alguna página de algun buscador)

no faltara quien diga que la cosa es peligrosa

escribir de la forma en que se escribe
y los gritos dados entre borrachos
total
que importa si no hacemos poesía
ni su lengua

LOGICAMENTE

como la mano esa de dios
que la forma en que aceptamos la verdad
que la manera que tenemos
incluso la manera de apropiarse
no es como la manotota esa

si no hacemos poesía hacemos lo que queramos



el poema igual es el veneno amargo / la venganza de los no tan buenos / porque nadie se imagina una vida sin los pesares / el sabor que tienen las cosas se palpa en un lagrimón / un caramelo se acaba o te hastía / mis entrañas son de agua y el tiempo se quiere acordar que estoy hecho de rencores




......



un baile es un baile siempre y cuando se jueguen la vida en las miradas / y para que dar mas explicaciones / el domingo siguiente es para recordar aquel de los pasitos coquetones

dos vueltas

risas y otra vuelta




arde paco

I


sí puedes pasar una noche completa en los ojos de una mujer / ...... /


II


reconocer propias las otras intenciones es encontrar / cuántos piojos me dijeron que la magia es saber donde empieza el truco / para que vamos a decir que es solo dejarse estar y listo / cada una de nuestras acciones involucra el esfuerzo adecuado para mantenernos en pugna / ahí está la cosa / la magia está en saber que pasó con la mano en la espalda / el resto es el truco / simple / si puedes pasar toda una noche en los ojos de una mujer existe la magia esa de saber


III


el peor de los casos podría ser aquel piojo que le pusieron el guión / la naturaleza de las cosas debería ser la naturaleza de las cosas / la novela de la tarde es el más terrible de los postres


IV


por qué deberíamos creer en dioses / el amor no responde a las plegarias




¿?

¿?

reflexión del arte como la guerra

En el arte, como en la guerra, se debe ser claro. Para decirlo de una forma simple y concisa, el pensar un final para nuestras acciones implica, por consecuencia natural, proyectar un camino definido. Claro está que siempre habrá ocasiones donde nuestros pasos deban posarse sobre terreno desconocido y enfrentarse a posibles incomodidades. El asunto radica en como enfrentamos todo lo posible desde nuestras limitaciones o desde nuestras decisiones. La creación es también apego.

En el arte, como en la guerra, el lugar del ser humano se define por sus propias formas. La forma, en cualquiera de los casos donde se le encuentre, tiene la gran misión de trasmitir el porqué y los para que. Conocemos, vemos, re-conocemos, nos apropiamos fundamentalmente de la forma. El ser humano lo definimos por sus maneras, por sus formas. Un enemigo desdeña nuestras formas, porque están cargadas, ya no solo de resistencia, sino de un algo distinto. Es aquí cuando preguntamos, cuando el camino comienza, y la búsqueda se hace imperiosa, por que se hace imperioso, dejar solo de recibir los golpes, al fin y al cabo el cuerpo es el cuerpo y la carne es solo carne. Es aquí que debemos, en el arte como en la guerra, encontrar nuestra forma, es cuando nuestras maneras requieren un abrazo y defensa. La búsqueda debe ser de verdad. Honesta. Una sola pregunta. ¿Si toda la vida solo buscamos y buscamos, o mejor dicho, toda la vida caminamos y caminamos, habrá algo que podamos defender? Parece que para golpear las caras infestas se requiere juntar fuerza y tener un punto de apoyo. La física tradicional podría decir algo sobre el asunto. Lo que a nosotros respecta, una ves alguien puso en un libro algo así como “la tradición del cambio”. Imagínense. Por lo menos nos hace pensar en la verdadera implicancia de un verdadero cambio. ¿Acaso no seria bueno quedarse quieto? Y no decimos que no se deba buscar más, como ya dijimos, el asunto radica en como enfrentamos todo lo posible desde nuestras limitaciones o desde nuestras decisiones. Pero lo mas seguro es que ellos no quieran que defendamos algo. Somos un lugar común y corriente. Es hacerles daño, desde nuestra forma y lo mejor de todo desde nuestro lugar, que jamás nadie nos ha regalado. He ahí la importancia de la búsqueda, he ahí también la importancia de la defensa, y he ahí la potencia de nuestros ataques. De ser dueños de algo, solo nos queda la propiedad certera de nuestras decisiones, de nuestras formas.





es como decir

las palabras son nuestra propia trampa
repito
-cada uno tiene lo que se merece
la mentira es ta grande como la verdad

no es que me parezca necesario / la verdad cada cual es dueño de recibir lo que quiera / acabo de decidir / son tus ojos lo que juegan al infierno / me declaro dueño y reclamo lo mío / es recibiendo lo que se me antoje / es conocer mis limitaciones / son tus palabras las que atraviesan el torrente / me declaro dueño / recibo porque quiero / pero eso

respuestas





dos porciones de mi cabeza sirven de soporte

la otra se retuerce de dolor

- en cuantas partes fue diseccionado tu cuerpecillo piojo / tu periodo breve

nosotros requiere que nos marchemos
el pensamiento trata de tenernos siempre
sus maneras deciden para nuestro consuelo





es lo que pasa / salados / es inclusive un acido disfrute el de mi músculo entre las piernas / es inclusive la temperatura de los dedos la que se pega en tu corazón húmedo / es entre dos ombligos el jugo que aprieta como desde siempre / es por todos los rincones del brazo la fricción / es mi mano la que busca / es mi pierna la que te absorbe / es de pie como un gemido / es para que podamos la baba que todo lo puede / es mi cuerpo tu / es esa risa la mas fuerte de las barricadas / es por todos que solos no podemos / es lo que pasa / salados / es el temblor de estar bajo la mirada constante / es el día de mi entierro el que recordaré como el final enardecido / es el cuerpo entero / es tu beso largo el que calienta / es tu decisión la que me invoca todo como desde los infiernos / es demonia tu demonio este / es mujer tu boca la que tengo entre mis dientes / es mujer tu boca la que tengo entre mis dientes / es tu demonio / este / es para que desde el día se construya cada uno de los días / es cierto el dulce de estos / salados

como deseo mujer reventar de un mordisco la resistencia de tus pezones
cuanto espero duro el océano espeso




el silencio envuelve las palabras o estas surgen como un encuentro / y cada ves que una mirada pioja surca solo dos narices el mundo recuerda un acto primigenio y querido / no importa ya la feroz mentira total nosotros / el libreto es el libreto enorme / y una nueva mirada pioja recuerda que debo caer indomables a los pies del sudor dulce de tu cara / otra batalla luchamos contra quienes no nos quieren o no nos quieren





quién tendría el descaro de matarte todos los días un poco y mirarte desde la televisión / a veces pareciera que cada uno de nosotros estuviera en revistas con horario incluido






final feliz / como decirte piojo que la historia no es un recuerdo constante / y menos mal que cada uno de nosotros tiende a creer en los besos de una mujer / o pioja tu crees que los besos de nosotros no requieren de una memoria frágil / es por eso que nos volvemos sobre nosotros mismos / es por esto que les digo que la vida se retuerce en un pliegue decidido y fiel sobre nuestros besos / modelos para amar







de ñoña la mujer contagia besos

es en este momento que el papel recuerda los dedos
la realidad no viene en los empaque
la negación constante de la palabras es porque sí
la tremenda manera de decirte que solo falta un beso en el cuello
es la gran vaca porfiada de los días guardados
que pide a gritos una respuesta por la baba derramada en la red
el poema es un código
el verso se declara
la palabra es declaración
los boleros guardan los secretos




I

delante
una gran gigante planta de quinientos metros
justo ahí
frente de sus ojos inquietos
la sonrisa apunta hacia el cielo y la planta oscila un momento
el niño inmenso de tan pequeñito que es nos desea
las flores de la cima parecieran que quieren abrazarlo
las flores se sonrojan adivinando el futuro
es la figura tierna aquella del encuentro
y el tiempo pareciera la quietud en ese instante
horas tremendas para llegar arriba siquiera
el tiempo por ahora no es el tiempo
el niño otra ves


II

repetido lo aquello
-pareciera que la suerte nos cambia de pronto y para siempre
la historia requiere un esfuerzo extra
los pesares besan profundo como mujer araña
al ver tan solo una risa
la historia requiere que pensemos en la tierra que se come
dulce
mis manos saben que la mujer de sus brazos es terrible
los besos se entregan todas las mañanas
sus abrazos quieren derretirnos


III

el juego del recreo
miles de niños esperando ese campanazo
miles de niños ansiosos por que llegue el minuto
un regaloneo
somos aquí todos esos niños




- se perdió la cuenta de cuantas fotos existen así


perdimos la cuenta de cuantas fotos hemos visto así
recuerdo haber leído por ahí del robo de un alma


mientras



I

Los propios demonios son a veces la causa de la resistencia, imagina peor cosa que una demonia un poquitito mas pequeña que tu fuerza de voluntad, es sin duda una manera de complicarte la existencia. No cabe la posibilidad aquí de desatarse en contracciones dolorosas, lamentos que buscan la compasión, de todas maneras es un poquitito mas pequeña que tu manera de buscar. Cada uno tiene lo que se merece. Acabo de despedir a un piojo que no parecía lo que se merece. Y lo de cada uno tiene, es sin duda, aquí y donde sea, una tierna forma de menospreciar nuestras manos, o nuestros demonios. Hay demonios tan grandes como la mentira. Mentiras tan buenas como una demonia.


II


A medias.


III


Los peros valen siempre una sola decisión. Buena la cosa pero mentira. Explicamos en las palabras todo el mundo que falta para resolver el silencio. En este momento el grito de pero resulta, la verdadera mirada encuentra un murallón extraño. Imagina otra vez una hermosa mariposa de papel lustre, hecha a pesar de todo por tus dedos. Es en ese instante que el papel tiñe las yemas, las yemas queman los nervios y sobre todo la mariposa no vuela. Linda, eso si, pero tiñe. Al final pareciera que si mueves tus dedos y presionas un poco la cosa como que funciona, pero. Ese es otro demonio. Deberíamos seguir haciendo mariposas como adornos y conseguirnos piojo, una pieza donde dejarlas colgadas para mirarlas al desayuno.




la belleza de tus ojos es el mismo odio de mis ojos / es la manera de odiar de todos todos todos que se tiene por la guata / piojo te pareces eres igual el mismo / piojo vas a entender que hablamos aquí los dos / celebramos con odio / el lenguaje es ahora una grosería / la poesía resulta imposible / aquí son muchos / piojo / la poesía no me sale del alma la poesía no me sale siquiera / aquí hablamos juntos los dos / el ejercicio es obligatorio / la consecuencia es contigo / yo / resulta que la belleza de tus ojos es el mismo infierno que viven mis ojos / la cabellera les pica infesta / y lo mas divertido de todos son sus gritos / ellos / la pobre musa la tienen del cogote / y aquí solo hablamos los dos / piojo yo / aquí hablamos los dos / imagina decir consecuencia en un poema

el pupitre como sentencia
las sillas se horrorizan de lo parecidas

-¿pero que sabemos nosotros?
por eso vamos donde vamos



estudiantes con
E
L

C
A
M
P
A
N
I
L

E
N
T
E
R
O
en las mochilas



el concurso de poesía es ahora

imagínate
E L C O N C U R S O D E P O E S Í A
- (serio) los resultados del concurso de poesía…
- (más serio) mmm… los resultados del concurso de poesía…
- (más serio todavía) mmm… mmm… los resultados del concurso de poesía…
- (todos) ¡¡¡los resultados del concurso de poesía!!!

- ta la mano mandar mi trabajo a un concurso de poesía

ojala sea como en el liceo
60% de exigencia (risa)



mentiras
perdones de última hora que vienen rapiditos
juego mezquino de ya no poder tener para sí
y por otra ves las mentiras

juego farsante de querer porque el otro

la casa es mía
la casa es mía
la casa es mía
esa mujer es mía
propiedad julera
y por otra ves las mentiras

esa es mía
los objetos todos son míos

-propietario julero lleno
lleno lleno lleno lleno lleno
hinchado repleto colmado saturado
y por otra ves las mentiras
total el olvido se olvida
total el olvido lo olvidamos
la casa es tuya
la casa es tuya
la casa es tuya
la mujer es tuya
la esclava es tuya
la democracia es tuya
la decisión es tuya

el perdón lo arregla todo
juego farsante de querer porque el otro


la esclava de los años pareciera acostumbrarse

la rabia del pueblo



el océano entero entre tus piernas

la siembra lenta entre tus muslos
el pensamiento grosero de tus ojos
el final espeso para tus manos
así una noche completa
mujer húmeda de ternura



podemos en esto de conocer, tu mis, yo tus, creer, pero solo creer, que la mentira vale una distancia



el océano se bate en tormenta por tus piernas
mi mano muere atrapa el gemido de la noche aquella
mares hierven de tanto batirlos en pugna
tus pies entran en el juego
las espaldas logran aparecer entre la espuma
tu espalda soporta implacable
tu espalda es el dique
tu espalda es el dique
recibe el oleaje de mi carne
el océano entero entre tus piernas
una y otra ves sin parar el oleaje
y las bocas que suaves sienten el peso de la muerte en cada uno
las bocas que se llenan de responsabilidades maliciosas
así ya dos noches completas
con el océano entero entre tus piernas




que no se diga que mentimos

piojo
el odio tiene sus motivos


el alma


genialidad de un genio
-reconozcámoslo


insurrección


desde que la palabra ésta descubrió el control
vemos pokemones por noticias

insurrección



desde que la palabra ésta encontró a su novio
Pamela Días creció tres centímetros por semana

carcel